Translate

domingo, 2 de noviembre de 2014

de lluvias

El agua caía, en un vómito interminable. Caía sobre las casas, sobre la plaza, sobre el banco, sobre vos y en consecuencia, sobre mí. Pero nosotros ya estábamos empapados desde hacía tiempo y tal vez por eso, ni siquiera nos movimos cuando la lluvia empezó.
Imposible describir la parsimonia de tus manos, hurgando en la búsqueda inconclusa de alguna palabra, alguna forma de decir aquello que creías guardado en lo más profundo. Nunca te lo dije, pero yo podía verlo sin que tengas que decirlo, se escapaba como un humo de tu boca, de tus manos, de todos tus poros, aunque te esforzaras tanto por parecer impenetrable.
Creo que esa tarde fue algo similar a nosotros mismos, empezamos siendo un día de sol, de esos en los que da gusto andar en bicicleta, pero en algún momento, te invité a sentarte y de a poco la lluvia empezó a mojarnos.
Miranos ahora, empapados hasta las palabras, pero aún así no nos movemos, porque moverse significa una acción, algo que genera otra cosa, algo así como un dominó interminable de consecuencias impensadas.
Vos seguís buscando en algún diccionario inexistente y yo con este miedo a cuestas, de escuchar lo que tengas para decir.
Mientras tanto, la lluvia nos empapa el alma, que quizás ya estaba empapada desde hacía ya tiempo.






1 comentario:

  1. Que hermoso poder acompañar este domingo lluvioso con unos Periplos :) que lindo es leerte Victoria

    ResponderEliminar