Translate

lunes, 26 de marzo de 2012

Hoy: Pintó el bajón.

Día para escuchar Debussy, para sentarse a la mesa con un sólo plato, para mirar hacia donde no hay nada.
The romantic guitar está sonando, y ya no se quien soy, como si una parte de mí, no estuviera conmigo, se hubiera ido, como Alicia, a través de este enorme y atrapante espejo inconciente.
Me siento, llevo el tenedor a mi boca y mastico, pero no siento nada, sabor a nada, a vacío, y llego a la frustrante y estúpida conclusión de que ciertos vacíos, no se llenan con nada.
Estoy sentada a la mesa, pero también estoy viendo mi distante figura, en la habitación, frente a la mesa, como en un cuadro, hecho de carboncillos baratos, una absurda naturaleza muerta, que no es natural, ni está marchita, o tal vez si, pero sólo por dentro, que inútilmente, siempre está  fuera de tiempo y lugar. Equivocada.

Cajones

¿Se puede despertar de un sueño tan real?
¿De una inconciencia capaz de superar en minutos la realidad?
¿De un aire tan pesado que perfore tus pulmones cada vez que lo inhalás?
De una nostalgia tan auténtica, que aún despues de abrir los ojos la puedas sentir ahí, intacta, burlándose.
De una angustia tan profunda que se aferra a tus huesos, a tu voz, que después de hacerte un bollito contra un sillón, y de que subas el volumen de la canción más triste, para poder largarlo todo, se atreve a abrir los cajones de la memoria, y se instala, haciéndote imposible pensar que sólo fue un sueño, un momento, un instante, sino que en realidad, el sueño era todo lo demás.

sábado, 24 de marzo de 2012

Viento-brazo-abrazo

Lo escucho silbar, sonrío y dejo lo que estoy haciendo. Salgo afuera, con Poli mordiendome las zapatillas y Pichi dejándome su impronta en forma de pata de tierra en mis pantalones azules.
Creo inocentemente que cuando llegue, va a lograr despegarme de los pensamientos que se enriendan en mi, en forma de espiral infinito. (¿Inocentemente?)
Espero. Y llega.
Cómo me gusta creer que si abro los brazos y cierro los ojos al cielo, cuando me traspase va a lograr llevarse una parte de mí, como antes, cuando las cosas eran distintas, para llevarme a cada parte, a cada pequeña partícula que conforma este mundo, para dejarme ahi. Y volverme a arrancar.

Me gusta creer que yo, no sólo soy yo, que estoy conformada por retazos de historias, aroma a lluvia, croar de ranas en pleno julio, miedo de niños en calles desiertas de nueva york, sabores matutinos, campos de girasoles en la pampa saludando al sol, fricción de una mano contra otra, de una pareja paseando por París, impotencia de algunas madres con pañuelo, esa cosquilla que da una caricia, sabiduría de quien sabe que todo pasa por alguna razón.
Quisiera creer con todas las fuerzas que cada vez que el viento traspasa nos lleva, pero también deja, cosiendo y descosiendo en su camino. Y que tal vez en alguna parte del mundo, también estoy yo, danzando en sincronía a la par de todo.

viernes, 23 de marzo de 2012

Buena temporada para remontar olgas

 http://www.macanudo.com.ar/

Don volador de bufandas y sombreros, desparramador de hojas que ayer ayudaste a pincelar de amarillo.
Provocas en mí, ganas de abrazar y no soltar, de hacerme un ovillito en la cama, de preparar té o capuchino, y sentarme en un sillón con pantuflas, y libros de los que caen pétalos descoloridos, de poder calentarme las manos con la taza, el vaivén de los que mueren de pie, que veo desde la ventana, los pequeños remolinos de hojas amarilloanaranjadas y la satisfacción de dejarse atravesar por el viento.

Que bueno que volviste!


Girando en el cielo

  Esta fotografía me encontró y me contó al oido las incertidumbres de un nene, que observó una tarde, las palomas volar.

  Momento captado por Gonzalo Perin,  gonzaloperin.tumblr.com

¿Existirá un lugar, a donde vayan a parar todas las cosas perdidas?

De tinta a piel, mar adentro.

Y me pregunto que significará tanto color enjaulado tanta alegría desordenada, cuál es la magia que esconden las cajitas de té, aquellas que existían antes, en otro tiempo, alli donde encuentro papelitos arrugados que me dicen que todavía sigo siendo yo, de acromáticos a multicolores torbellinos de hojas de otoño.
Dejando en el camino, piezas de rompecabezas sin foto a la cual imitar, fotografías grabadas de tinta a piel y barriletes hechos de nenitos papel diario, agarrados de la mano, mar adentro.