Translate

sábado, 24 de marzo de 2012

Viento-brazo-abrazo

Lo escucho silbar, sonrío y dejo lo que estoy haciendo. Salgo afuera, con Poli mordiendome las zapatillas y Pichi dejándome su impronta en forma de pata de tierra en mis pantalones azules.
Creo inocentemente que cuando llegue, va a lograr despegarme de los pensamientos que se enriendan en mi, en forma de espiral infinito. (¿Inocentemente?)
Espero. Y llega.
Cómo me gusta creer que si abro los brazos y cierro los ojos al cielo, cuando me traspase va a lograr llevarse una parte de mí, como antes, cuando las cosas eran distintas, para llevarme a cada parte, a cada pequeña partícula que conforma este mundo, para dejarme ahi. Y volverme a arrancar.

Me gusta creer que yo, no sólo soy yo, que estoy conformada por retazos de historias, aroma a lluvia, croar de ranas en pleno julio, miedo de niños en calles desiertas de nueva york, sabores matutinos, campos de girasoles en la pampa saludando al sol, fricción de una mano contra otra, de una pareja paseando por París, impotencia de algunas madres con pañuelo, esa cosquilla que da una caricia, sabiduría de quien sabe que todo pasa por alguna razón.
Quisiera creer con todas las fuerzas que cada vez que el viento traspasa nos lleva, pero también deja, cosiendo y descosiendo en su camino. Y que tal vez en alguna parte del mundo, también estoy yo, danzando en sincronía a la par de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario