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jueves, 28 de junio de 2012

Podemos jugar a que todo sigue igual.
Pero quieras o no, el lobo está entre nosotros.

lunes, 25 de junio de 2012

Transición

Existen viajes que empiezan cuando uno no presta atención, porque no hay valijas ni puertos (ni puertas.)

Uno se cuela en la rueda de una bicicleta, y pasa una temporada de verano, dando vueltas y vueltas, girando y dejándose transitar.

Mientras, el sol te entibia de a poco, y te vuelve cromático, mientras rodás en el pasto, siendo rueda, persona, rueda, pasto, persona, sol, rueda, pasto.

Uno no sabe cuando terminan esos viajes, cómo tampoco sabe como empezaron.

Y a veces una soga adentro nuestro se anuda.

Porque no entendemos ciertas cosas.

Y de repente te vés a vos mismo, con un sueter demasiado grande, un bufanda demasiado larga y una taza de café haciéndote de guante, en un rinconcito del piso, pensando.

Mientras, por la ventana un cuadro gris, una lucha entre vientos y tormentas, y árboles que no saben para dónde salir escapando.

Un dedo aprieta "play" y el lugar se comienza a inundar, de a poco.

Por unos minutos nos ahogamos.

En nosotros mismos.

No se si eso desajusta el nudo o no.

Se siente un poco peor.

Y un poco mejor.




viernes, 22 de junio de 2012

Memorias (y desmemorias) 1


Gonzalo

Cuando volvía de la escuela, (casi en una ritual silencioso) tomaba el colectivo en la esquina, justo en la esquina, la misma esquina todas las tardes. No me molestaba, algo tienen las esquinas, esa cosa inconclusa, que me atrapa, y me deja pensando.
El colectivo, era mi vía de escape, me permitía dar vueltas y vueltas por aquel laberinto que es mi ciudad.
Solía vislumbrar a los edificios como los señores del lugar, abriendo camino a su paso, resaltando sus fachadas con la claridad del sol, y esperando, siempre en silencio. Esperando.
Seguramente sentían el paso del tiempo en cada una de sus paredes, en cada ladrillo, ventana  o balcón.
Esperando. Siempre solemnes, con inmutable presencia ante el derrumbe de colegas, el nacimiento de otros, cada vez más apretujados, cada vez con menos espacio, menos aire.
Algunos con altura sublime, con la capacidad de exhibir su detallada corteza al mundo, otros pequeños clones, creaciones de apuro, útiles en escasos momentos.
En mi viaje porteño, los que más me atraían (y atraen), son los edificios y construcciones atemporales, aquellas que parecen estar en un sitio equivocado, en el tiempo erróneo.
Me fascina el detalle de sus balcones y ventanas, todas con aquel aire misterioso, que invita a dejarse llevar a otra época.
Pero al fin y al cabo, todos esperan, como pasajeros en el anden de un tren, que no se sabe con exactitud el destino.
Esperan imponentes y en silencio (siempre en silencio), el momento en el cual, la mano que los creó, decida arrancarlos de ese triste papel de espectadores, observando los fracasos y desprogresos de una civilización que pareciera avanzar hacia atrás, retrocediendo casilleros, ante cada decisión de seguir adelante.
Esperando, siempre en silencio, imponentes.
Esperando.

martes, 19 de junio de 2012

El círculo (lomográfico)















Tome prestados
algunos videos,
una linda letra de canción,
algunos acordes,
y una guitarra...

Y de esa ensalada de cosas,
surgió este loco círculo lomográfico

Que lo disfruten

viernes, 15 de junio de 2012

Bocas que se abren y cierran sin decir nada.
La corteza cae, y todo se vuelve vulnerable. 
Caer en un mismo vaivén, el de las miradas mudas que vienen y se van.
Hay algo ínfimo en la observación pasiva, el estar y no estar, hay algo en esa sutil diferencia, que perturba.
Hay algo que ahoga, un nudo que oprime y no suelta.
Un nudo hecho de cosas que nunca se dicen.




Dichos II

Decir que no, es fácil.
No se corren grandes riesgos.
No se tienen que enfrentar realidades desconocidas.
Decir que no es la solución contra todo cambio.
Nos da seguridad, constancia, nos vuelve invencibles, intocables, indestructibles.

Decir que , es un problema.
Es un torbellino de puertas que se deciden a abrir o a cerrar.
Decir que , es la mosca en la sopa de todo ser cómodo.
¿Acaso alguien se detiene a pensar en lo que se arriesga con un ?
Decir que es un dolor de cabeza.
Incertidumbre contínua que incomoda, descoloca, avergüenza.
Decir que sí es dejar las cómodas 4 paredes del no, para adentrarse a un norte indefinido.

Uno sabe que al decir que puede perder mucho.
¿Será eso lo que lo vuelve irresistible?
¿La incertidumbre de tener todo por perder, pero también todo por ganar?

Decir que , nos vuelve frágiles, nos asusta, nos induce a riesgos, nos vuelve blanco de batalla.
Genera expectativa ante lo desconocido, ante lo que podemos lograr, con arriesgarnos, aunque sea una vez.

Nos hace dar cuenta de que tenemos que elegir,
entre vivir, o dejarnos estar.




jueves, 14 de junio de 2012

Dichos

Alguien me dice que no hable en voz alta
Que no pise el césped.
Que me peine.

Alguien me mira mal por usar ropa "out"
Otro me obliga a bajarme la capucha
Alguien me dice como tengo que vivir
Qué es lo realmente importante.

Ese me dice que tengo que ser feliz, que TENGO que ser feliz,
después dice que no llore, que tengo que ser fuerte,
(mas bien que tengo que aparentar ser fuerte mientras me resquebrajo por dentro)

Que sea más como Juan, más como Pedro, un poco como Natalia y por qué no como Lucía.
Obviamente, también dice que siempre DEBO ser auténtica.

Que ordene mi cuarto, que ordene mis proyectos, que ordene mis prioridades.
Que me ordene básicamente.
¿Según el orden de quién? 

Alguien desde una pantalla me dice qué tengo que hacer para ser feliz, para tener una vida mejor, para ser más aceptada, la más limpia en el hogar, la mas eficiente en el trabajo, la más interesante entre los amigos, la más respetada en la familia.
LA MÁS.

Alguien me dice que no pierda tiempo,
que compre ya
que llame ya
que encargue ya,
que YA deje de pensar.

Alguien me dice que no esta bien lo que hago.
Que no se lo que quiero, que así no voy a llegar a ningún lado, que para llegar a algún lado claro está, que debo creer que lo que hago es lo que quiero, y no preocuparme, conformarme.

Alguien me dice que el amor es personitas juntas las 24 horas del día hablando de felicidad y repitiendo frases como "corta vos, no corta vos"
También me dicen que el amor no existe. Y que hay que cortar con tanta dulzura.
 
Alguien me dice que me va a hacer feliz, que lo necesito que sin él no soy nadie, que nunca voy a encontrar a alguien así. Me dice que estudiar, a quien amar, cuántos hijos tener.

Alguien me dijo que nunca me iba a abandonar, que siempre iba a estar, que me iba a hamacar más fuerte.
Me dijieron que siempre es la verdad ante todo, que no esta bien mentir engañar, pero que vivir una vida basada en falsedades, es dentro de todo aceptable.

Alguien me dice que libros leer, que música escuchar, que ropa debo vestir, que frases decir
.
Alguien me dice que no los escuche, que no les haga caso, que no los vea. Pero que claramente, haga lo que me dice.

Alguien me dice que todo lo que hago está bien.
Alguien me dice que todo lo que hago está mal.


Alguien no me dice nada.


Y abre una puerta.





lunes, 11 de junio de 2012

¿Alguna vez te sentiste descartable?

No como envase de plástico, como cáscara de naranja, como botellita de vidrio, en cierto punto reciclable.

Descartable.
Como bolsa de plástico del supermercado.
Vacía y volátil.
Esas bolsas en las que nadie guarda regalos.
Bolsas destinadas al tachito de basura del baño.
A la caca del perro.
A los pañales del nene.
A las hojas sucias de la calle.
A la yerba del mate que ya no tiene más sabor.

A esas cosas que nadie quiere, pero todos tienen.
(A algún lugar, tienen que ir a parar.)

Todos las usan y necesitan.
Pero nadie las quiere realmente.
Vacías, volátiles, in-orgánicas, muertas.

Descartables.


viernes, 8 de junio de 2012

No quiero que me des nada
No quiero tu tiempo contado
No quiero tu incondicionalidad.
La creencia que somos piezas incompletas
con el único fin de ir buscando otras piezas incompletas.
No la quiero.
Quiero que para completarte
No dependas totalmente de mi
No dependas totalmente de nadie.
Que no dejes de hacer lo que amas.
Que tengas nuevos horizontes, que te arriesgues
Como yo me quiero arriesgar, sin preocupaciones,
sin mensajes a toda hora.
Claro que quiero que me extrañes,
todos queremos ser extrañados
todos queremos creer que alguien nos piensa.
Pero no quiero que me necesites,
No quiero dependencia, no la quiero.
No me prometas un futuro
que ni vos ni yo conocemos.
Quiero estar a la deriva
Que me grites en la cara
lo que me quieras decir
No te lo guardes, por favor
No agaches la cabeza y digas que sí
"Que está bien, que es lo que tenés que hacer"
No te conformes
Quiero que te vacíes, de tanta bronca
Gritemos juntos, pataleemos, saquémosnos la lengua.
Y desarmémosnos de la risa.
Quiero caminar junto a vos, hoy.

Y salir a la vereda
Y que la vida nos traspase volando
Y nos haga un hilito fino y de colores
colores revoloteando en el viento,
la cola de un barrilete que se fuga.


Y nos lleva.





miércoles, 6 de junio de 2012

no hay muerte si no hay olvido

Cuando a la muerte no se la toca, no se la siente, ni se la huele.
Cuando la muerte no se cuela por nuestras retinas.
Se torna sumamente extraña.

A veces uno puede no encontrarla, aunque la busque entre fotos grises, o en esquinas de encuentro, en saquitos de café y tazas, y bufandas.
Yo creo que no se la encuentra, porque el recuerdo, no nos avisa que alguien ya no está.
Porque la sonrisa en las fotos, los abrazos en las esquinas, las noches de insomnio y café, y tazas, porque las bufandas compartidas, nos recuerdan vida, no muerte, ni olvido.

Porque cuando uno tiene un libro viejo, y lo puede oler, y lo puede tocar y sentir, porque cuando uno se deja enredar por palabras hermosas e intrigantes, no piensa en la muerte.
Porque cada vez que ese libro se abrió (tal vez en otras manos y otras pieles), y cada vez que ese libro se abre se siente vida.
Vida y magia en todas las galaxias, las caminatas a la noche, los tatuajes que de tan reales, viven, en todas las sirenas que llaman, y en todos los que responden desde las profundidades, en cada vez que nos preguntamos si somos felices, en cada vez que nos sentimos agobiados de tanto aparato, en todos árboles que florecen en lugares impensados, en cada hamaca y cada cohete, en cada anciana tratando de engañar a la muerte, en cada libro quemado..

En cada vez que nos damos cuenta, que el recuerdo es vida.
En cada vez que nos desenchufamos de tanta tecnología, y recordamos respirar.
En cada vez que comprendemos que somos una imposibilidad en un universo imposible, y que vale la pena vivir un día más.

lunes, 4 de junio de 2012

¿Hasta que punto?

Creo en el cambio,
creo que todo está,
en constante renovación,
en continuo tire y afloje,
en el traspaso,
de otoño a invierno,
de primavera a verano.
Y nosotros no podemos
estar exentos a eso,
el mundo se mueve,
y nos afecta,
y se muere y se nace,
y surge y se respira,
y estamos en sincronia
con todo y todos,
en incesante transformación.


Pero..


¿Cuál es el límite en que cambiar, es olvidar?

¿Hasta que punto cambiar es destrozar?

¿Despedazar?

¿Arrinconar lo que fuimos?



¿Hasta que punto es, dar media vuelta y correr?

(arrastrándolo todo)





¿Hasta que punto?


viernes, 1 de junio de 2012

¿De que sirve que sea invierno, si estás tan abrigado, como para poder sentirlo, en tu nariz y en tus rodillas.
De que sirve, caminar en otoño, si nunca retrocediste media cuadra para levantar la hoja caída.
De que sirven las témperas y los acrilicos, si jamás pintaste con las manos, con las rodillas, con la nariz y la sonrisa, para volverte monstruo-cromático, sin la dependencia absoluta de un pincel.
De que sirve jugar a la escondida, si nunca sentiste la adrenalina de sentirte invisible delante de alguien.
De que sirve que escapes, si no te cuestionaste aunque sea una vez, que no sabías ya de que estabas huyendo.
De que sirve la música, si nunca logró convertirte, en sabor, en color, en olor, en otra persona, en un momento.
De que sirve subirse a un colectivo, si nunca experimentaste el perderte y encontrar nuevos sitios.
De que sirve llenar un álbum, si nunca pasaste recreos enteros intercambiando "lates" por "nolas", en una especie de mafia del papel adhesivo.
De que sirve saber que las estrellas son masas de gases, principalmente hidrógeno y helio, que emiten luz, si  no pudiste creer que guardan un misterio mucho más grande.
De que sirve estar a milimetros de alguien, si nunca sentiste irremediables ganas de dejar que todo fluya, sin importar consecuencias, ni prejuicios.
De que sirve hacerse el indiferente, si en el fondo, extrañás de más.
De que sirve callar, si en verdad, estás lleno de voces con ansias de salir.
De que sirve seguir, si nunca sentiste que estabas engañándote.
De que sirve jugarse por algo o alguien, si nunca te planteaste que no estabas seguro de lo que hacías.

De que sirve?