Translate

lunes, 11 de junio de 2012

¿Alguna vez te sentiste descartable?

No como envase de plástico, como cáscara de naranja, como botellita de vidrio, en cierto punto reciclable.

Descartable.
Como bolsa de plástico del supermercado.
Vacía y volátil.
Esas bolsas en las que nadie guarda regalos.
Bolsas destinadas al tachito de basura del baño.
A la caca del perro.
A los pañales del nene.
A las hojas sucias de la calle.
A la yerba del mate que ya no tiene más sabor.

A esas cosas que nadie quiere, pero todos tienen.
(A algún lugar, tienen que ir a parar.)

Todos las usan y necesitan.
Pero nadie las quiere realmente.
Vacías, volátiles, in-orgánicas, muertas.

Descartables.


2 comentarios:

  1. Y yo te digo....

    Todos las usan y necesitan.
    Pero todos las quiere realmente.
    Llenas, espesas, orgánicas, vivas.

    ResponderEliminar
  2. Lo malo de sentirse descartable es que uno sabe de la existencia de dos situaciones: Una, sos inservible por lo tanto se te descarta o ya te han usado por lo tanto no se te puede rehusar. Que horrible sentirse así. Aunque en el fondo todos somos descartables.

    ResponderEliminar