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lunes, 25 de marzo de 2013

Utopía barata

Nunca me sentí a tu altura. Vos te erguías, largo, infinito, asomándote a los misterios del mundo, mientras yo apenas, alcanzaba un poquito de cielo, en el intento de treparme a un arbusto inestable.
Fuiste una sombra con muchas, (pero limitadas) caras. Hubo una que nunca me dejaste ver, y eso (creo yo) me fue matando de a poco. Yo sólo llegué a conocerte a medias, ni siquiera me adentré en los jardines de tu patio, apenas si llegué a tocar el timbre, que no siempre atendías, y yo me quedaba en la puerta, esperando. Nunca sentí que pudiera realmente tenerte, que pudieras mirarme a los ojos y ver una respuesta, que fuese alguien por quien te desvelaras noches enteras. No niego que me quisiste, lo hiciste, pero siempre desde el umbral, por las dudas, siempre con ese maldito cuidado de no dejarte llevar por ningún impulso, ni por nada.

Me limité a creer que eras asi, que ni yo ni nadie alcanzaría jamás a recorrerte del todo, y es por eso, que siempre fuiste para mí una utopía, que cuanto más cerca tuyo estaba, no te llegaba ni a acariciar el alma, por más que estirara y estirara el brazo, y se me mezclara la sal de las lágrimas en el fondo de tu vaso. Y el abrazo al final era una mentira, un intento en vano de querer sentirnos un poco menos solos. Y yo lloraba, porque por más que estuviese al lado tuyo, por más que me estuvieras abrazando, te sentía infinito, abismal, te me escurrías de los brazos. Siempre fui una baldosa suelta, de esas que te acordás los días de lluvia, en los momentos de desesperación, y ni siquiera. Y vos eras como un humo gris, un humo gris, salido de quién sabe, que mágico cigarrillo homicida, eras como ese que salía de tu boca, la tarde que nos sentamos frente a la fuente, sin saber que más decir. Eras un humo gris, que se alejaba cada vez más, como ese que escapaba de tu boca, esa tarde que me dijiste que me querías tanto cómo para dejarme ir, y yo no dije nada, porque ya no había diccionario en donde ocultarme de tanta mierda intangible, y ni siquiera.

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